Ollanta: La verdad se abre camino

Por Carlos Tapia

Si hoy, 13 de junio, se hiciera una encuesta para medir la aprobación del rol que viene desempeñando Ollanta como presidente electo, con toda seguridad superaría largamente el 51.5% con que ganó las elecciones. ¿Qué ha sucedido para que apenas después de una semana el 48.5% que lo rechazaba haya empezado a cambiar de opinión?

1.- Ollanta está dando la talla del presidente que las mayorías reclamaban. En estos días, los gestos de apertura del presidente electo y la aceptación de los gremios empresariales así como la desactivación de los psicosociales financieros han terminado por consolidar la legitimidad del ganador de las elecciones presidenciales. ¡En solo una semana! También el reconocimiento internacional, a favor de un presidente que enarbola el cambio en democracia, ha hecho lo suyo. Sin embargo, parecieran necesarios ya algunos gestos que afirmen su compromiso con los sectores populares, por ejemplo, recibir a la delegación de la CGTP que quiere felicitarlo por su triunfo.

2.- Fue derrotada la maniobra de los voceros del extremismo derechista que exigían la designación inmediata de un premier, ministro de Economía y presidente del BCR a su medida; la amenaza de un inminente descalabro de los mercados quedó en una simple bravuconada, ni siquiera los políticos del Fujimori smo los acompañaron en esta disparatada exigencia. Otro punto a favor de Ollanta y de la firmeza mostrada.

3.- El inicio rápido de su periplo a los países del Mercosur, comenzando por Brasil, y su mensaje a favor del Unasur muestra a un presidente con iniciativa, que busca tener una participación activa en la integración de los países de la región, dejando de lado alineamientos ideológicos excluyentes. El considerar a Brasil y EEUU como socios estratégicos de nuestro país y su desarrollo, hace parecer ridículas las acusaciones de chavista y define el marco geopolítico donde el próximo gobierno desenvolverá la defensa de sus intereses nacionales. También, la crítica a la tesis de “las cuerdas separadas” llevadas hasta ahora por nuestro país con el gobierno de Chile no- aceptada como realista por destacados líderes políticos de ese país- desmiente cualquier ánimo confrontacional y generadora de desconfianza, como se decía. 

4.- La propuesta de un Gobierno de Concertación para realizar los cambios que el país reclama, con firmeza pero sin sobresaltos y resguardando los consensos necesarios, viene siendo aceptada por todos. De esta manera quedan desvirtuadas las sospechas y acusaciones en torno a que la sorpresa y el engaño serían lo común en el futuro gobierno de Ollanta.

5.- A contracorriente de las acusaciones de “querer regresar al pasado y desandar lo avanzado”, el futuro bloque gubernamental tiende a expresar los puntos de vista compartidos del nacionalismo, la izquierda ciudadana, el centro político y la derecha liberal (aunque algunos hablan de la izquierda liberal). Sin lugar a dudas el gobierno de Ollanta busca conseguir el apoyo de una sólida mayoría política a favor de mantener el crecimiento de la economía pero con inclusión social. Es decir, enrumbar el país -corrigiendo errores, fragilidades e inequidades del actual modelo- por la senda del progreso y la afirmación de un nuevo sentido de Patria que hermane a los peruanos, a todos sin excepción.

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