El gobierno italiano, integrado por ‘lumbreras’ de la economía, planea comprar 131 cazabombarderos F35 que costarían entre 15,000 y 20,000 millones de euros. Es decir, que los ahorros que se harán a costa de los sacrificios de los más humildes y de los sectores medios, se gastarán en aviones de guerra que Italia no necesita. La compra de esta mortífera basura tecnológica le costará a los italianos tanto como un nuevo plan de recortes económicos.

Recordemos que Grecia, en una crisis peor que la de Italia, se comprometió a emplear un porcentaje nada despreciable de la ayuda recibida en la compra de armamentos. Recordemos también que las actividades militares italianas en el exterior son solo de paz. Las críticas al interior de ese país son devastadoras.

¿No sería mejor –se preguntan– que parte de ese dinero se destinara a ayudar a la gente sin trabajo, a la investigación o a la reactivación económica? “Esas compras son incompatibles con la emergencia económica que vive Italia”, comentó el presidente de los ecologistas calificando de “inmoral” el hecho de hacerlo cuando se ha golpeado a los jubilados, al servicio de salud y al transporte público. El gasto militar per cápita en Italia es de 598 dólares contra los 550 de Alemania. Pero no se trata solo de los aviones F35, también se comprará 10 fragatas por valor de 6,000 millones de euros, ocho aviones sin piloto (1,300 millones de euros), 100 nuevos helicópteros (4,000 millones de euros), dos submarinos (1,000 millones de euros) y un sistema digitalizado para el ejército (12,000 millones de euros). ¿Chiflados o delincuentes? No hay otra..